Monday, June 23, 2014

CARTA Número 53 a Los estudiantes

Esta Carta , resalta los aspectos fundamentales de la Pascua, escuchela en la voz de uno de los miembros del Centro Rosacruz de Bucaramanga acá

                     EL SIGNIFICADO CÓSMICO DE
                           LA PASCUA
  Como esta lección llegará a sus manos por los días de la Pascua he creído conveniente dedicar esta carta a este cercano acontecimiento.

No ignoramos la analogía que existe entre el hombre que penetra en sus vehículos con la aurora, vive en ellos y por medio de ellos trabaja, y que por la noche es un espíritu libre, sin los grilletes del cuerpo denso, y el Espíritu de Cristo que mora en nuestra Tierra una parte del año. Todos sabemos que clase de grillete y que prisión es este cuerpo, cuanto nos embaraza la enfermedad y el sufrimiento, pues ninguno de nosotros está siempre en perfecto estado de salud, sin experimentar nunca un sentimiento de dolor, a lo menos ninguno de los que están en el sendero.

Parecidamente ocurre con el Cristo Cósmico que vuelve su atención hacia nuestra insignificante Tierra, 
concentrando Su conciencia en este planeta para que podamos tener la vida. Ha de incorporarse a esta masa muerta (que nosotros hemos cristalizado del Sol) anualmente; y es un grillete, una traba y una prisión para Él. Por consiguiente, es justo y acertado que nos regocijemos al venir por Navidad, un año y otro año, a nacer de nuevo  en este mundo para ayudarnos a sobrellevar y librarnos de la pesada carga con que nos hemos abrumado nosotros mismos. Nuestros corazones, en aquellos días, deberían volverse con gratitud hacia: Él por su sacrificio durante los meses invernales en que, por nuestra causa, imprime a este planeta con Su vida despertándolo de su letargo invernal en que debería permanecer si Él no naciera aquí para darle vida. 
Durante los meses de invierno soporta agonías de tortura "sufriendo, afanándose, y esperando el día de la 
liberación" que le llega en los días que la Iglesia ortodoxa conoce como la semana santa. Pero nos damos cuenta, según las enseñanzas místicas, que esa semana no es más que la culminación o la cumbre de Su sufrimiento y que sale entonces de su prisión; de modo que cuando el Sol cruza el Ecuador, Él cuelga de la Cruz y grita: "Consummatum est!" "¡Todo se ha consumado!". Es decir, Su trabajo para aquel año ha sido cumplido. No es un grito de agonía, sino uno de triunfo, una exclamación de gozo por la hora de la liberación que ya ha llegado y que de nuevo le permite elevarse otro período, libre del vestido aherrojador de nuestro planeta. 
Ahora, queridos amigos, quisiera llamar profundamente su atención sobre el regocijo, la alegría, el gozo que 
hemos de experimentar en esa grande, gloriosa y triunfal hora, la hora de la liberación en que exclama: "¡Todo se ha consumado!" Pongamos nuestros corazones a tono con este grandioso acontecimiento cósmico; regocijémonos con Cristo, nuestro Salvador, de que el término de Su sacrificio anual haya llegado una vez más y sintamos alegría desde lo más intimo de nuestro ser, de que Él esté cercano a su liberación; que la vida con que ha dotado ahora nuestro planeta es suficiente para llevarnos hasta. la próxima Navidad. 
Tengo la esperanza de que lo que antecede les proporcionará un punto de vista excelente para la meditación de la Pascua y que de ello les resultará abundante desarrollo del alma. 



PREGUNTA Nº 107 del Libro Preguntas y Respuestas , Tomo I

Puedes escuchar su audición  dando click acá


  Si Cristo dio de comer pescado a la multitud, ¿por qué es malo usar el pescado o la carne como alimento?
  Respuesta: La naturaleza de la bestia de presa es comerse cualquier animal que se ponga a su alcance, y sus órganos son tales que necesitan esa alimentación para poder existir, pero todo está en estado de transformación, cambiándose siempre en algo superior. El hombre, en los primeros estados de desarrollo, era también como las bestias en ciertos respectos; sin embargo, tiene que hacerse semejante a Dios y en algún tiempo deberá dejar de destruir, con objeto de que pueda comenzar a crear. Los judíos se encontraban aún en una situación tal que sus naturalezas animales eran tan fuertes que tenían muy pocas ideas de altruismo. Se adherían estrechamente a la ley de "ojo por ojo y diente por diente" y no tenían la menor misericordia. Nosotros hemos ido un poco más allá en el sendero de la evolución y el altruismo se va exteriorizando cada vez más.
  Hemos dicho que no hay vida alguna en el universo más que la vida de Dios; que "en Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser"; que su vida anima todo lo que es y, por consiguiente, comprendemos
naturalmente que cuando quitamos una vida destruimos la forma hecha por Dios para su manifestación. Los 
animales inferiores son espíritus evolucionantes y tienen sensibilidad. Su deseo de experiencia les hace construir las diversas formas, y cuando les quitamos sus formas los privamos de su oportunidad de obtener experiencia. 
En el caníbal es excusable, ya que no sabe como obrar mejor, el que se coma a sus semejantes. Ahora 
consideramos el canibalismo con horror y el día vendrá en el que sentiremos igual disgusto por el solo hecho de pensar convertir nuestros estómagos en cementerio de los cadáveres animales. 
  Es natural que deseemos la mejor clase de alimento en cuanto a pureza, pero todo animal tiene en sí los 
venenos de la putrefacción. La sangre venosa está llena de dióxido de carbono y otros productos nocivos que iban a eliminarse por los riñones o por los poros, en forma de orina o transpiración. Esas repugnantes sustancias se encuentran en toda la carne y cuando comemos ese alimento nos llenamos el cuerpo de sustancias venenosas. Muchas enfermedades son debidas al empleo de la carne como alimento. 
  Cuando ponemos a la Biblia como autoridad respecto al carnivorismo, deberíamos seguir también sus consejos y abstenernos de comer carne de cerdo, que es el más horrible de todos los alimentos. Es un hecho notable que los judíos ortodoxos que se abstienen de los alimentos prohibidos por la Biblia están inmunes contra la consunción y el cáncer. 
En muchos pasajes de la Biblia donde se habla de "carne" es evidente que no se habla del alimento carnívoro. 
En el capítulo del Génesis donde se le da al hombre por primera vez su alimento se le dice que debe comer de todo árbol y hierba que produzca simiente, y que para él será como carne." Las personas más desarrolladas de cualquier tiempo se han abstenido siempre de la carne. Vemos, por ejemplo, que Daniel, que era un hombre santo y sabio, decía que no se podría obligarlo a comer carne, y pedía que a él y sus compañeros se les dieran legumbres. Se dice que los hijos de Israel, cuando estaban en el desierto, deseaban carne y que su Dios estaba muy enojado por ello. 
  Hay un significado esotérico en haber alimentado a la multitud con pescado, pero considerando la cosa desde el punto de vista puramente material podemos sumar los datos dados en esta contestación, reiterando que en algún tiempo nos sobrepondremos al deseo de comer carne y pescado, así como ya nos hemos elevado sobre el canibalismo. Cualquier licencia que se haya producido en el bárbaro pasado desaparecerá en el altruistico futuro, cuando una sensibilidad más refinada haya despertado en nosotros una concepción más amplia de los horrores que encierra la gratificación de nuestros gustos carnívoros. 
  El que desee una exposición completa de la pregunta "¿justifica la Biblia el carnivorismo?" debe leer un folleto que, publicado con el título Does the Bible jusfify Flesh Eating?," editó la Unity Society of Kansas City, Missouri, que da el pro y el contra con toda imparcialidad, y demuestra que eso solo fue una concesión al deseo de carne anteriormente mencionado, pero que constituia una práctica escasamente tolerable.